Qué lejos está Gijón, pero qué bien sienta visitar esta ciudad y un estadio mágico como El Molinón. Cinco miembros de Friquis Verdes y 30 amigos imaginarios volvimos a acompañar al Glorioso en romería, ésta especial por la amabilidad de los lugareños y la simpatía que sentimos hacia un equipo hermano como el Real Sporting de Gijón.
El camino friqui fue variado y, curiosamente, ninguno de los romeros presentes partieron desde la Ciudad del Betis, sino que lo hicieron desde Málaga, Madrid y El Ferrol. Sí, ya sabemos que somos especialitos, por eso somos Friquis Verdes y no otra cosa.
Los primeros llegamos el viernes. Y pese al hermanamiento y el buen rollo reinante durante todo el finde, el recibimiento fue hostil. Muy hostil. Desde el cielo caían granizos como pelotas de golf tras una orden directa de los ovetenses al de arriba, por lo que tuvimos que refugiarnos en un bonito pub del barrio de La Arena de donde tuvieron que echarnos ocho horas después.
El sábado llegó nuestro hermano ferrolano, que hizo su entrada al hotel al grito de "Las calles de Madrid son de los Latin King", alterando la paz interior y los chakras de la recepcionista. Luego fuimos a recibir al Glorioso. Tenemos que decir que nos sorprende que siga habiendo béticos que enloquezcan por hacerse una foto con Gordillo, un icono del comegambismo rancio que continúa lastrando nuestro futuro.
Allí no pudimos evitar una acción de friquiactivismo, decorando el bus del Betis con pegatas en las que se muestra el rostro de los culpables de que un club con una de las mayores masas sociales del país deambule por los campos de Segunda. Rápidamente miembros del staff técnico del equipo (uséase, el utillero de toda la vida), procedieron a arrancarlas dejándose las uñas en el intento.
Luego visitamos el bar de Quini, una leyenda viva del Sporting y el fútbol patrio, con la sorpresa de que coincidimos con parte de la directiva. Nuestro amigo ferrolano le preguntó a alguno si él también salía en la pegata de Culpables, aunque no obtuvo respuesta. Imaginamos que el susodicho no entiende bien el acento gallego, pese a que nuestro friqui es sevillano de pura cepa y reside en El Ferrol desde hace la friolera de seis días.
Tras tomarnos 27 o 28 cervezas y unos muslitos de pollo nos dirigimos al encuentro con nuestros amigos Gijonudos y los hermanos de la Curva Resistencia y Barna, donde compartimos las distintas variedades del Bio Frutas de Pascual, aunque ellos eran más de Pacífico y nosotros de Tropical. Un poquito de pirotecnia, cánticos sobre la cada vez más preocupante presencia de los Latin King en Bami y a dormir.
Por la mañana partimos pronto hacia el estadio y visitamos la estatua en honor de Don Manuel Preciado. Intentamos comprar un ramo de flores para dejarlo a sus pies, pero los chinos no abren los domingos en Gijón y destinan ese día a saquear las tragaperras del lugar.
Qué grande hubiese sido ver a ese hombre ocupando nuestro banquillo... pero el destino nos tenía preparados a pichas frías varios como Garrido o Julio Velázquez. Cuando le estábamos poniendo la bufanda friqui aparecieron de nuevo los directivos del Betis. No creemos en las casualidades, pensamos que quieren convertirse al mundo rociero y compartir caminos con nosotros.
En un bonito gesto López Catalán nos fotografió junto a la estatua de Preciado. Y nosotros, que somos muy caballerosos, le devolvimos el favor antes de entrar al estadio y que un simpático guarda de seguridad le pidiese los datos a uno de nuestros miembros como responsable de la pancarta de Friquis Verdes.
En principio pensamos que se encontraba bajo los efectos de los efluvios etílicos, pero al observar a tres notas de la seguridad del Sporting estudiando nuestro lema e intentando descifrarlo como si de un jeroglífico egipcio se tratara, comprobamos que iban en serio. Como no podía ser menos le dimos el DNI de Fabao. Y que lo buscaran por Brasil si pasaba algo.
Una vez dentro nos encargamos de llenar de pegatas rocieras la grada visitante de El Molinón, sustituyendo nuestros atrevidos diseños por perritos de dibujos animados de los notas de Oviedo. Lo del partido ya lo sabéis, empezamos cagándola como siempre hasta que Xavi Torres, en un despeje para acabar jugada y evitar el contragolpe, provocó la histeria colectiva.
Acabado el partido, visita al Dominoooooos Pizza y regreso largo hasta soltar las carretas y el Simpecao y plantear nuevos destinos. Gloria eterna al Betis y a la Virgen del Rocío.
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