lunes, 10 de agosto de 2015

¿A qué juega la Federación de Peñas?

Que el Real Betis Balompié parece una recreación de La Casa de los Líos es algo común desde hace décadas. Rara es la semana en la que una decisión del consejo o temas extradeportivos no nos salpican.

La semana pasada Friquis Verdes, junto a nuestros hermanos de Curva Resistencia, tiró del carro ante lo que considerábamos una injusticia que afectaba a muchos socios de Gol Sur, el problema con los niños de entre 5 y 15 años.

La respuesta de los béticos fue tajante y en poco tiempo y gracias a que Al Final de La Palmera se hizo eco de la noticia, el hashtag #MiHijoenGolSur se convirtió en tendencia en Sevilla. El club reculó y, aunque a medias, parece que intenta encontrar una solución para que padres que llevan toda la vida en esa grada no tengan que dejarla por estar separados de sus hijos.

Pero el colmo ha llegado poco después. A quince días del primer partido liguero, con cientos de socios fuera de Sevilla y sin previo aviso, al consejo se le enciende la bombillita y para intentar contentar al señor Tebas no se le ocurre otra cosa que crear una especie de jaula en Gol Sur. Una parcela acotada y a la que sólo pueden acceder béticos que acepten ser fichados con huella dactilar como si fuesen criminales que acaban de regresar de una experiencia en Guantánamo.

Nosotros lo tuvimos claro desde primera hora: nadie de Friquis Verdes aceptará formar parte de esa grada, por lo que el consejo tiene vía libre para gastarse en gambas de Huelva o calamares y adobo para la freiduría VIP de Preferencia los 20 euros que nos corresponderían a cada uno.

Primero porque si hemos luchado para que los niños entren en Gol Sur, no tiene sentido separarnos de ellos para formar parte de semejante invento. Y segundo, porque nuestra reputación y años de fidelidad merecen un trato normal, el mismo que se brinda al resto de béticos.

Comentario aparte merece la Federación de Peñas del Real Betis Balompié, un ente que según entendemos debe dedicarse, entre otras cuestiones, a ejercer la función de mediador entre el aficionado y el club. Y a denunciar los atropellos de los que son objeto muchos socios, alguno de ellos también peñistas.

Hace varias semanas la Federación se solidarizó con los aficionados del eterno rival. ¿El motivo? Les querían cerrar parte del estadio por insultar al Betis. Lo que viene a ser un "cornúo y apaleao" en toda regla, pedir clemencia para los que faltan al respeto al club que tú teóricamente defiendes. ¡Olé!

Pero seamos buenos, consideremos que la iniciativa de Juan de Dios y los suyos fue un acto de sevillanía y rivalidad "bien entendida", un paripé para quedar bien. Vale, aceptamos gamba como animal de compañía. ¿Pero dónde está ahora esa solidaridad con la gente de Gol Sur? ¿Por qué les da igual que nos sellen como a un toro de Domecq sin haber hecho nada para merecerlo? ¿Cómo pueden defender al vecino que te insulta y hacerse el sueco cuando el que sufre un agravio comparativo es tu "hermano"?

Tenemos muchas incógnitas que sólo nuestra amiga Aramis podría resolvernos. Mientras tanto, seguiremos con nuestra lucha: #NoalaHuellaenGolSur

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